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lunes, 22 de noviembre de 2010


¿ES POSIBLE TANTA IMPRUDENCIA?

 Hoy, leyendo un informe, me di con la sorpresa que nuestra región La Libertad ocupa el tercer lugar en número de accidentes de tránsito, después de Lima y Arequipa. Por mi mente, rápidamente divagaban varias preguntas confusas y dispersas: ¿A qué se debe estos sucesos lamentables? ¿Quiénes son los responsables: las autoridades, los policías de tránsito, la mala señalización, las obras públicas, los choferes o los peatones? ¿Qué podemos hacer? ¿Será posible cambiar esto? Yo sólo quería una simple respuesta.
Caminando por las calles, pensativa y preocupada por tremenda noticia, veía a muchos taxis y microbuses que no respetaban las señales de tránsito, se estacionaban en lugares prohibidos, establecían sus propios paraderos, iban a excesiva velocidad y se estacionaban en las líneas de paso peatonal cuando el semáforo marcaba rojo. Además, notaba a gran cantidad de peatones que cruzaban la calzada de forma inoportuna, arriesgando su propia vida. Y lo peor fue cuando vi a un policía de tránsito hablando por celular en pleno trabajo. ¿Será posible tanta imprudencia? me preguntaba.
Llegando a la Universidad Nacional de Trujillo, en la Av. Juan Pablo II, como buena ciudadana crucé la calzada correctamente, pero acepto que tuve que ir en contra de las obras públicas (no por mi gusto), pues las líneas de paso peatonal me conducían a las áreas verdes. Quise desviar mi camino para no pisar el césped, pero tuve que hacerlo porque un micro venía hacia mí a excesiva velocidad. Era mi vida o las obras públicas.
El pequeño recorrido involuntario que hice me llevó a la conclusión: los responsables de tantos accidentes de tránsitos no son sólo dos o diez, somos todos. Tanto los choferes, peatones, policías y autoridades; que aún no toman conciencia de la gran problemática vial que nuestra región está afrontando y que está cobrando las vidas de muchísimas personas.

(Publicado por Elizabet Sotomayor Lavalle 
liti14@hotmail.com)

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